Rise Against - Appeal to Reason

Corría el año 2003 y un amigo mío de Madrid me puso dos canciones de un grupo cuyo nombre inducía a añadir “the machine”.
Son de Chicago y practican una mezcla de hardcore punk melódico: su nombre es Rise Against (ahora entendéis la extensión que casi sale sola).
Es una banda infravaloradísima en España y que cuenta con muchos seguidores fuera de la península. Appeal to Reason (Geffen Records, 2008) es su quinto álbum de estudio y muy en la línea de su anterior redondo The Suferer & The Witness (Geffen Records, 2006).

A título personal, tengo que decir que el disco me ha dejado frío: pensaba que iban evolucionar hacia un estilo más personal (las críticas de su anterior trabajo fueron duras).Esperaba algo más contundente a pesar de que la producción del disco ha quedado impecable. Logran aburrir al oyente dado que la voz de Tim McIlrath ya no suena tan potente, desgarradora, ni con ese sentimiento que acompañaba a cada palabra en cada canción. Así pues, en ocasiones los coros toman un protagonismo desmedido y las composiciones se tornan del lado de lo melódico cuando tendrían que virar hacia el lado de lo hardcore (siempre he dicho que este grupo era un voz con unos músicos detrás y sin ésta, el grupo se queda en mediocre y en más de lo mismo, ocasionando que como andes un poco despistado pienses que tu ipod se ha vuelto loco y esté haciendo un shuffle con la carpeta de The offspring y Bad Religion; véase Dirt Whiseres.)

Con esto no quiero decir que el disco sea el peor disco de su carrera… es el segundo peor. ¿A qué me aferro para sacar estas conclusiones?; pues a algo tan humano como es la comparación. Háganse un favor a su oídos y escuchen los discos Revolutions Per Minute (Fat Wreck Chords, 2003) y The Unraveling (Fat Wreck Chords, 2001) y comprenderán a lo que me refiero. Si carecen del tiempo suficiente, denles una sola escucha a la canción 1000 Good Intentions y prepárense para gozar.
Si con eso se quedan con hambre de un grupo que ha revolucionado su estilo, no pueden dejar pasar a Siren Song of the Counter Culture (Geffen records, 2004), que sin llegar a la altura de sus anteriores trabajos, es un disco más comercial y accesible al oído.