Sunday, February 22, 2009

La insoportable levedad del ser


"El tiempo humano no da vueltas en redondo, sino que sigue una trayectoria recta. Ese es el motivo por el cual el hombre no puede ser feliz, porque la felicidad es el deseo de repetir"

"Lo que había caído sobre Sabina no era una carga, sino la insoportable levedad del ser"

"El mito del eterno retorno viene a decir,per negationem, que una vida que desaparece de una vez para siempre, que no retorna, es como una sombra, carece de peso, está muerta de antemano y , si ha sido horrorosa, bella, elevada, ese horror, esa elevación o esa belleza nada significan. No es necesario que los tengamos en cuenta..."

Monday, February 16, 2009

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Nos quedamos porque nos enamoramos. Nos vamos porque nos desencantamos. Regresamos porque nos sentimos solos. Morimos porque es inevitable

-Así que tu quieres la perfección o nada. Ohh.. eres un romántico. La revolución es como la más bella historia de amor. Al principio ella es una diosa, una causa pura. Pero todos los amores tienen un terrible enemigo.
-El tiempo,-dijo interrumpiéndole con una sonrisa en la boca.-
-Tu la ves tal como es. La revolución no es como una diosa sino una mujerzuela. Nunca ha sido pura, ni virtuosa, ni perfecta. Así que huimos y encontramos otro amor, otra causa, pero sólo son asuntos mezquinos: LUJURIA pero no amor, PASIÓN pero sin compasión y la verdad es que sin un amor, sin una causa no somos nada.

Son ustedes unos hijos de puta. Sí, señor, pero lo nuestro es de nacimiento y, sin embargo, usted se ha hecho a sí mismo

Wednesday, February 04, 2009

Cuando todo termina a dos metros bajo tierra


Todos los finales son tristes. Aunque es cierto, que algunos más que otros.
Hoy he acabado de ver el último capítulo de la serie de la HBO “A dos metros bajo tierra” y me ha dejado un regusto agridulce. No porque la serie fuese mala (de hecho es una de las mejores series que he visto), sino porque los últimos diez minutos del último capítulo, Alan Ball consigue realizar una combinación magistral de dos emociones humanas completamente enfrentadas. Consigue enternecernos, y al segundo siguiente ponernos el corazón por los suelos.

En contra del trabajo de los hermanos Fisher, el director de a dos metros bajo tierra no maquilla la forma de ver la vida. Nos la muestra con sus paradojas, sus inclemencias, sus sorpresas y por último con su inherente final, la muerte. Esa muerte que inevitablemente llega, o que va llegando con cada despedida (Claire), traición (Federico Díaz), soledad (Ruth), traumas (David) e insatisfacciones (Nate). Con cada capítulo, con cada temporada, vamos tomando conciencia que todo llega, que todo es efímero, pero que siempre tiene un nexo de unión con algo nuevo, con una esperanza. A dos metros bajo tierra es nuestra vida, eso es lo que la hace grande.