Wednesday, May 19, 2010

La hermandad de la buena suerte



A lo que iba; en efecto, quien pretende la felicidad suele fracasar; pero los que se esfuezan en estropear su vida se salen siempre con la suya. De modo que más vale tener una actitud positiva ante las cosas, aunque desde luego sin permitirse ningún género de esperanza. A fin de cuenteas estamos perdidos, bueno, pero nada más: mientras tanto se las puede arreglar uno.

Uste lo llama causalidad y sin duda lo es, pero se trata de una casualidad buena, favorable, salvadora. Ya sabesmos que la mayoría de los azares, empezando por nuestra propia venida al mundo, son aciagos y letales. Pero de vez en cuando brilla con luz propia uno redentor y glorioso, como un diamante medio enterrado en un montón de estiércol. A nosotros sólo nos interesa ése y nos regocija saber que está ahí, a pesar de todos los pesares, y que volverá a manifestarse cuando menos lo esperemos, una y otra vez...

Te va a parecer una tontería. Son esas cosas que... A la mayoría de la gente no le interesa el asunto, pero a mí me ha tendio obsesionado. Deben de ser manías mías, ya sabes que soy un poco raro... Verás, quería saber en qué consiste de veras la buena suerte. No me refiero a tener de vez en cuando un buen golpe, una racha de fortuna, no. Yo quería saber en qué consiste el premio gordo, la BUENA SUERTE, con mayúsculas, la de verdad, la definitiva.

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