Pero la expresión de su rostro desmiente la docilidad de sus movimientos: es una expresión escéptica y despectiva, resabiada; la expresión de quien deja que los niños se ilusionen con una pueril esperanza, de quien espera que sea la realidad la que acabe desengañándolos, brutal y definitavamente.
1 comment:
Por eso siempre hay que salvaguardar la ingenuidad de los niños.
Besos.
Mar
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