Keeper of the seven Keys IV

Mi primer disco original de los Helloween llegó bastante tardío en comparación con la dilatada carrera de este grupo, mal denominado Power Metal, y que fue el Better than Raw (1998).

Si nunca han escuchado a este grupo, deben hacerlo. Pónganse los auriculares y empiecen con las dos partes del magistral, clásico, imprescindible, soberbio... Keeper of the Seven Keys (1987 - 1988). Comprobarán que para esa época no se hacía nada ni parecido. Riffs rápidos, la voz personal de Michael Kiske, que personalmente me gusta porque se separa de los agudos-chillones de algunos grupos de este género, y por supuesto de la magistral destreza a las seis cuerdas de Kai Hansen.

7 sinner es el decimocuarto disco de Estudio de esta banda Alemana de ¿Power Metal?. El disco es una bocanada de aire fresco que cruza la línea, más bien negada, de discos anteriores como el Gambling with the devil, Rabbit don´t come Easy, o el quiero y no puedo del Keeper of the seven keys "the legacy"

¿Qué nos encontramos en este redondo? Pues unos Halloween potentes, con guiños pasados pero con conciencia de presente, con renovación de fuerzas. 7 sinner cumple con mis altas expectativas que últimamente ando construyendo dado que más del 90% del actual panorma musical me provoca indiferencia y deja vú.

Where the sinner go empieza con un Riff hiper-metalizado, con un punteo de acompañamiento que precede a la voz de Andi Deris como un medio tiempo ambientado en una melodía de preludio, pero que nos muestra desde el principio que no andan con chiquitas y facturan un tema de inicio perfecto.
Su segundo tema Are you Metal? lo dice todo por el título, rápido, conciso, buena transición entre "lo estrofado y lo estribillado" - que no estofado y acribillado -.
Seguimos con Who is Mr Madman, con introducción a lo Rammstein, es la tercera canción de mayor duración con casi seis minutos. Inicio rápido con marcada batería y espléndida voz de Andi que encaja con un doble bombo que ayuda a que el estribillo sea pegadizo y con buena pegada - atención: no es cosa imposible -. Mi tema favorito es el cuarto, Raise the Noise, 100% Helloween antiguo, duro, serio, melódico, heavy, mitad-poweriano, de buen rollo, con un final apoteósico con flauta travesera incluida -debería aprender un grupo que yo me sé de la tierra de Oz, y saber que no por añadir más instrumentos pierdes esencia -.
World of fantasy, doblan las guitarras con un empiece demoledor, trabajado, riff metalero que te hace sonreir - por fin -, luego sólo de voz con batería de fiel compañero, entrando las guitarras como el que no quiere la cosa. Un auténtico temazo.
Long live the King, power metal de la vieja usanza, pero con más Heavy si cabe. Iron Maiden versión 2010.
Séptimo tema, The smile of the sun, primer descanso en el atropello de las seis anteriores. Medio tiempo con perfecta armonía y garra.

Recuperamos la línea del disco con You Stupid Manking, otro tema con estupenda vocalización (llega bastante alto) y líneas de riff a medio gas.

Si las montañas pudieran hablar... se derrumbarían con esta canción tan Poweriana. Puro estilo teutón con marcado doble bombo que aumenta el tempo.

La décima, The sage, the fool, the sinner, nos sumerge en la composición con más aire de antaño. - casi, casi, se puede tocar el 1987 -.

My sacrifice se inicia con coros junto con arranques de guitarra y transiciones muy powerianas allá por el minuto 3. Buena canción que nos deja oir la virtuosidad de los compositores.

El último tema viene precedido por un preludio casi gregoriano, No yet today, y deja abierto el paso para Far in the future, que con casi siete minutos y medio nos encontramos con la canción más larga del plástico. Introducción-medios tiempos- coros- momentos speedicos - melodías.... todo en uno, como el pegamento.

Muy buen disco de Helloween, con marcado componente Heavy, que deja atrás las composiciones más light de un grupo precursor de un estilo que sigue sin acerle justicia porque tiene mucho más matices que el simple rótulo Power.

Alemania tiene que estar de enhorabuena por tener a un grupo que lejos de arrugarse tras pasados ¿fracasos? se muestra con fuerzas renovadas y nos lanza un disco para espabilar de tanta paja y tanto pseudo-artista.

La calabaza sigue estando presente, y eso siempre es motivo de alegría.

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